La importancia de la pregunta está fortalecida si tiene un espacio y sentido pedagógico, cómo y cuándo preguntar: esto quiere decir que estén pensadas y planificadas con anterioridad.
¿Cómo identificar las inteligencias múltiples?
Les recomendamos la lectura de:
Armstrong, T., & Gardner, H. (2006). Inteligencias múltiples en el aula: Guía práctica para educadores. Paidós.
“Con frecuencia sugiero a los profesores, no sin un toque de humor, que un buen modo de identificar las inteligencias más desarrolladas de los alumnos consiste en observar cómo se portan mal en clase. El estudiante muy lingüístico hablará cuando no le toca; el alumno muy espacial no dejará de garabatear y de soñar despierto; el interpersonal se pasará el día estableciendo relaciones sociales; el cinético-corporal no dejará de moverse, y el naturalista podría llevar un animal a clase sin pedir permiso. A través de su comportamiento, estos estudiantes transmiten metafóricamente esta idea: «Así es como aprendo, profesor, y si no me enseñas a través de los canales de aprendizaje que me resultan más naturales, ¿sabes qué? Que voy a hacerlo de todos modos». Por tanto, estos malos comportamientos específicos de las distintas inteligencias constituyen una especie de grito pidiendo ayuda, un indicador diagnóstico de cómo necesitan los alumnos que se les enseñe” (Amstrong, 2006: 37).
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Seguramente al menos una vez escuchamos este concepto pero… ¿sabemos como implementarlo?
Los invitamos a conocer y explorar el siguiente libro:
Armstrong, T., & Gardner, H. (2006). Inteligencias múltiples en el aula: Guía práctica para educadores. Paidós.
Armstrong, T., & Gardner, H. (2006). Inteligencias múltiples en el aula: Guía práctica para educadores. Paidós.
Una charla TED para reflexionar sobre nuestra propia práctica.
